Cuando una pareja decide poner fin a su matrimonio, una de las primeras decisiones que deben tomar es si optarán por un divorcio de mutuo acuerdo o por un divorcio contencioso. Ambos procesos tienen diferencias importantes que pueden afectar tanto a la duración del proceso como a los costos y al estrés emocional que experimenten las partes involucradas. En este artículo, analizaremos ambas opciones, sus implicaciones legales y cuál podría ser la mejor dependiendo de la situación de cada pareja.

Divorcio de mutuo acuerdo

El divorcio de mutuo acuerdo se produce cuando ambos cónyuges están dispuestos a poner fin a su matrimonio de forma amistosa y llegan a un consenso sobre las condiciones del divorcio, incluyendo aspectos como la custodia de los hijos, el régimen de visitas, el uso de la vivienda familiar y la pensión compensatoria o alimenticia si es necesaria.

Procedimiento del divorcio de mutuo acuerdo

Según el artículo 777 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC), este tipo de divorcio requiere la intervención de un abogado y un procurador, aunque solo se necesita uno de cada para ambas partes. Su procedimiento es el siguiente:

  1. Redacción del convenio regulador: Ambas partes, con la asistencia de su abogado, redactan un convenio regulador que incluya todos los acuerdos alcanzados.
  2. Presentación de la demanda: Se presenta la demanda conjunta de divorcio junto con el convenio regulador ante el Juzgado de Familia.
  3. Ratificación ante el juez: Ambos cónyuges deben ratificar el acuerdo ante el juez, quien se asegurará de que no se vulneren los derechos de ninguna de las partes ni de los hijos.
  4. Sentencia de divorcio: Finalmente, el juez dicta la sentencia que homologa el convenio y decreta el divorcio.

Ventajas del divorcio de mutuo acuerdo

  1. Rapidez: El proceso de mutuo acuerdo suele ser mucho más rápido que el contencioso.
  2. Menor costo: Al compartir abogado y procurador, los costos del proceso se reducen considerablemente en comparación con un divorcio contencioso.
  3. Menos impacto emocional: Al haber acuerdo, el proceso es menos conflictivo y, por lo tanto, menos traumático para ambas partes, especialmente si hay hijos de por medio.
  • Mayor control sobre las decisiones: Las partes deciden de manera consensuada los términos del divorcio.

Divorcio contencioso

El divorcio contencioso se da cuando los cónyuges no logran ponerse de acuerdo sobre las condiciones del divorcio y deben recurrir a los tribunales para que sea un juez quien tome las decisiones. En este caso, cada parte necesita un abogado y un procurador propio.

Procedimiento

Este procedimiento está regulado en el artículo 770 de la LEC, que establece las bases para tramitar el divorcio contencioso:

  1. Presentación de la demanda: Uno de los cónyuges presenta la demanda de divorcio ante el Juzgado de Familia, especificando las medidas que solicita, como la custodia de los hijos, pensiones, y reparto de bienes.
  2. Contestación de la demanda: La otra parte debe contestar la demanda, exponiendo sus puntos de vista y realizando sus propias solicitudes si lo considera necesario. Cada parte presenta sus argumentos y pruebas para defender sus intereses.
  3. Vista: Se celebra una vista en el juzgado donde ambas partes presentan sus argumentos y pruebas. Se permite la presentación de testimonios o informes periciales si es necesario.
  4. Decisión judicial: El juez toma una decisión sobre los puntos en disputa, dictando una sentencia en la que se establecen las medidas definitivas sobre la custodia, las pensiones y la repartición de bienes, y se decreta el divorcio. Esta decisión es vinculante para ambas partes.

Ventajas del divorcio contencioso

  1. Garantía de imparcialidad: Cuando no hay posibilidad de llegar a un acuerdo, el juez actúa como una figura imparcial que toma decisiones basadas en el bienestar de los hijos y en la justicia para ambas partes.
  2. Protección en casos de conflicto: En aquellos casos en los que existe un desequilibrio importante de poder entre las partes, o situaciones de abuso o violencia, el proceso contencioso puede ofrecer una mayor protección.
  3. Posibilidad de recurrir: En un divorcio contencioso, si una de las partes no está de acuerdo con la sentencia, puede presentar un recurso de apelación para intentar modificar la decisión del juez.

Comparación entre divorcio de mutuo acuerdo y contencioso

Ahora que hemos hablado sobre las características de ambos tipos de divorcio, es importante hacer una comparativa que te permita evaluar cuál es la mejor opción según tus circunstancias:

Colaboración entre las partes:

  • Divorcio de mutuo acuerdo: Ambas partes trabajan juntas para llegar a un acuerdo sobre los términos del divorcio (custodia, bienes, pensión, etc.).
  • Divorcio contencioso: Cada parte defiende sus propios intereses, lo que a menudo lleva a conflictos y desacuerdos.

Duración del proceso:

  • Divorcio de mutuo acuerdo: Suele ser más rápido, ya que los cónyuges presentan un acuerdo conjunto.
  • Divorcio contencioso: Es más lento debido al litigio y la intervención del juez para resolver las disputas.

Costes económicos:

  • Divorcio de mutuo acuerdo: Generalmente es más económico, ya que se pueden compartir los honorarios del abogado y no es necesario un largo proceso judicial.
  • Divorcio contencioso: Tiende a ser más costoso, debido a los honorarios de abogados, posibles peritos, y a la duración del juicio.

Tensión emocional:

  • Divorcio de mutuo acuerdo: Menor tensión, ya que se busca la cooperación y el consenso.
  • Divorcio contencioso: Mayor carga emocional, con posibles enfrentamientos que pueden afectar negativamente a los hijos y a la relación futura entre los cónyuges.

Intervención del juez:

  • Divorcio de mutuo acuerdo: El juez se limita a ratificar el acuerdo presentado por los cónyuges, siempre que sea justo y de acuerdo al interés de los menores, de haberlos.
  • Divorcio contencioso: El juez toma decisiones sobre todos los aspectos en los que no hay consenso, lo que implica mayor intervención judicial.

Control sobre el resultado:

  • Divorcio de mutuo acuerdo: Las partes tienen más control sobre los términos y condiciones del acuerdo.
  • Divorcio contencioso: La decisión queda en manos del juez, lo que implica una pérdida de control sobre el resultado.

¿Qué opción es mejor?

La mejor opción dependerá de las circunstancias particulares de cada pareja. Pero algunos factores que deberías considerar para tomar una decisión informada son los siguientes:

  1. Relación entre los cónyuges: Si la relación entre ambos es razonablemente cordial y pueden comunicarse sin grandes conflictos, el divorcio de mutuo acuerdo es sin duda la mejor opción. Evitar el litigio no solo ahorra dinero y tiempo, sino que también reduce el impacto negativo en la salud emocional de todos los involucrados.
  2. Complejidad del patrimonio: Si el patrimonio a dividir es complejo o hay desacuerdos importantes sobre cómo repartir bienes, puede ser más difícil llegar a un acuerdo. En estos casos, aunque el divorcio de mutuo acuerdo sigue siendo posible, el contencioso podría ser inevitable si no se logra consenso.
  3. Hijos menores: Cuando hay hijos menores de edad, la capacidad de llegar a acuerdos amistosos se vuelve especialmente relevante. Un divorcio contencioso puede prolongar la incertidumbre sobre la custodia y el régimen de visitas, lo cual podría afectar negativamente a los menores. En este sentido, un divorcio de mutuo acuerdo permite establecer un plan adaptado a las necesidades de los hijos.
  4. Situación de abuso o violencia: En situaciones donde existe abuso, violencia doméstica o una gran desigualdad de poder entre los cónyuges, el divorcio contencioso suele ser necesario para garantizar la protección de la parte vulnerable. La intervención del juez en estos casos es crucial para asegurar que las decisiones sean justas y equilibradas.

En conclusión, el divorcio de mutuo acuerdo y el divorcio contencioso son dos caminos distintos que responden a diferentes realidades. Si es posible llegar a un consenso, el mutuo acuerdo es la opción más ventajosa. Pero cuando el conflicto es inevitable, el divorcio contencioso permite que sea un juez quien decida los términos, garantizando así la protección de los derechos de ambas partes.