Las acusaciones por agresión sexual son una de las situaciones más delicadas y graves a las que puede enfrentarse una persona dentro del Derecho Penal español. No solo implican una fuerte carga penal, sino también una elevada repercusión social, mediática y personal. 

En este artículo vamos a explicarte cómo se regula este delito, qué debes hacer si eres denunciado, cuáles son tus derechos y cómo actuar desde el primer momento para afrontar el proceso con las máximas garantías jurídicas.

¿Qué se considera agresión sexual en el Derecho Penal español?

Desde la entrada en vigor de la Ley Orgánica 10/2022, de garantía integral de la libertad sexual, toda conducta de naturaleza sexual sin consentimiento se considera agresión sexual. Esta reforma eliminó la distinción entre abuso y agresión, integrando ambos en un único tipo penal.

El artículo 178.1 del Código Penal (CP) establece que será castigado como responsable de agresión sexual “el que realice cualquier acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento”.

La clave del delito es la ausencia de consentimiento, que debe haberse expresado de manera libre, voluntaria y clara. No es necesario que exista violencia o intimidación para que se considere agresión sexual. Basta con que la conducta sexual se haya realizado sin ese consentimiento válido.

Tipos y penas según la gravedad de los hechos

El Código Penal contempla diferentes niveles de agresión sexual en función de la conducta y las circunstancias:

Agresión sexual sin penetración (artículo 178.1 CP)

Incluye tocamientos, besos forzados, contacto físico de naturaleza sexual sin consentimiento: Pena de 1 a 4 años de prisión.

Violación (artículo 179 CP)

Implica acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de objetos o partes del cuerpo en dichas cavidades: Pena de 4 a 12 años de prisión.

Agresiones con agravantes (artículo 180 CP)

Cuando concurren circunstancias como:

  • Uso de violencia o intimidación grave.
  • Sumisión química (uso de drogas o fármacos).
  • Cometida en grupo.
  • Víctima menor de 16 años o persona especialmente vulnerable.
  • Relación de superioridad, parentesco o convivencia.

Pena: hasta 15 años de prisión (o hasta 18 si se acumulan varias agravantes).

¿Qué hacer si eres denunciado por agresión sexual?

  1. No acudas solo a declarar ni hables con la policía sin abogado

Desde el momento en que recibes una citación como investigado, debes contactar inmediatamente con un abogado penalista. Según el artículo 118 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim), tienes derecho a no declarar, a estar asistido desde el inicio por abogado, a conocer los hechos que se te imputan y a acceder a las actuaciones esenciales del expediente.

Declarar sin haber revisado el expediente o sin estrategia puede perjudicar gravemente tu defensa. En muchos casos, lo recomendable es guardar silencio en la primera comparecencia ante la policía, especialmente si aún no se han podido estudiar las pruebas en tu contra.

  1. Tu declaración ante el juez 

La declaración judicial no es lo mismo que la policial. En sede judicial estás asistido por abogado, el juez supervisa el acto, y todo queda grabado. Puedes:

  • Guardar silencio total.
  • Contestar solo a tu abogado.
  • Declinar responder a fiscal o a la acusación particular.

Ninguna de estas decisiones puede considerarse un indicio de culpabilidad.

  1. Recopila todas las pruebas que respalden tu versión

Debes reunir mensajes, llamadas, testigos, vídeos, ubicaciones, informes médicos, o cualquier elemento que demuestre la falsedad de la acusación o la existencia de consentimiento. Esto es especialmente importante porque, en estos delitos, la declaración de la víctima puede ser prueba de cargo.

El Tribunal Supremo ha fijado tres criterios para valorar si el testimonio de la víctima es suficiente para condenar:

  • Coherencia y verosimilitud.
  • Persistencia en la acusación.
  • Ausencia de motivos espurios.

Si alguno de estos falta, tu defensa puede cuestionar seriamente la credibilidad del relato acusatorio.

¿Qué pasos sigue el procedimiento penal?

El proceso penal por agresión sexual se desarrolla normalmente a través del procedimiento ordinario o el procedimiento abreviado, con las siguientes fases:

Fase de instrucción (dirigida por el Juzgado de Instrucción)

Se practican diligencias como:

  • Declaraciones.
  • Examen forense a la víctima.
  • Análisis toxicológicos.
  • Reconstrucciones de hechos.

En esta fase, el juez puede imponer medidas cautelares como órdenes de alejamiento, retirada de pasaporte, comparecencias periódicas o prisión provisional si existe riesgo de fuga, eliminación de pruebas o de reiteración delictiva.

Fase intermedia

Una vez finalizada la investigación, el fiscal y las acusaciones presentan escritos de acusación solicitando penas concretas. Tu abogado contestará con el escrito de defensa.

Juicio oral

Se celebra ante el juzgado correspondiente. Participan:

  • El acusado.
  • La víctima (puede declarar protegida).
  • Testigos y peritos.
  • Forenses y policías.

El juicio se graba en vídeo y el tribunal valorará si existen pruebas suficientes más allá de toda duda razonable de que el acusado ha cometido el delito, de acuerdo con el principio de presunción de inocencia.

¿Pueden condenarme sin pruebas físicas?

Sí, pero con condiciones. Como hemos comentado, el testimonio de la víctima puede ser prueba suficiente si cumple los requisitos mencionados (verosimilitud, persistencia, ausencia de motivación espuria), y no existen elementos que lo desvirtúen. Sin embargo, si tu defensa logra introducir una hipótesis alternativa verosímil, el tribunal debe absolver en virtud del principio in dubio pro reo.

Por eso, una estrategia de defensa sólida, basada en pruebas de descargo y desmontaje del relato acusatorio, puede evitar una condena incluso cuando no hay prueba física a tu favor.

¿Qué hacer ante una denuncia falsa?

Las denuncias falsas por agresión sexual existen, y aunque son minoritarias, pueden tener consecuencias devastadoras. Si consideras que has sido víctima de una denuncia instrumental, es fundamental:

  1. Guardar la calma y no reaccionar de forma impulsiva.
  2. Reunir pruebas que demuestren el consentimiento o la falsedad del relato.
  3. Identificar motivos espurios (venganza, ruptura sentimental, chantaje, etc.).
  4. Una vez archivada la causa o tras sentencia absolutoria, tu abogado puede presentar una querella por denuncia falsa (artículo 456 CP) o calumnias (artículo 205 CP).

El éxito en estos casos depende de acreditar que la denunciante actuó con dolo, sabiendo que los hechos no ocurrieron.

¿Qué consecuencias puede tener una condena?

Las condenas por agresión sexual no solo implican penas de prisión, sino también:

  • Antecedentes penales.
  • Inscripción en el Registro Central de Delincuentes Sexuales.
  • Prohibición de aproximarse a la víctima por años.
  • Indemnizaciones por daño físico, psíquico y moral.
  • Si eres extranjero, puedes enfrentarte a la expulsión del país y prohibición de regreso.

En algunos casos, si la pena no supera los 2 años y no tienes antecedentes, se puede solicitar la suspensión de la ejecución de la condena (artículo 80 CP), evitando el ingreso en prisión.

 

En conclusión, una acusación de agresión sexual no es una simple denuncia: es el inicio de un proceso penal complejo, con consecuencias potencialmente devastadoras. Pero ser acusado no equivale a ser culpable. La presunción de inocencia y los derechos del investigado siguen siendo pilares esenciales del sistema penal.

Actuar con rapidez, contar con un abogado penalista especializado, y diseñar una defensa técnica, bien fundamentada y estratégica es la única forma de proteger tus derechos y tu libertad.